27 feb 2013

COMUNICADO DEL PAPA ANUNCIANDO SU RENUNCIA


"Queridísimos hermanos:                                                      

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.

SS Benedicto XVI
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. 

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.

Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013"

HASTA SIEMPRE, BENEDICTO XVI

<<Tras casi ocho años de pontificado Benedicto XVI acaba de anunciar su renuncia inminente. El 28 de febrero, a las 20:00 h, la sede de Pedro quedará vacante y se iniciará el proceso para la convocatoria de un cónclave que tendrá que elegir a su sucesor.

El Papa señala la falta de fuerzas como el motivo principal que le lleva a tomar esa decisión. Ya en 2010 anticipaba esa posibilidad cuando declaró que «…cuando un Papa alcanza la clara conciencia de que ya no es física, mental y espiritualmente capaz de llevar a cabo su encargo, entonces tiene en algunas circunstancias, el derecho y hasta el deber de dimitir». Probablemente en los próximos días se sucederán análisis y juicios más o menos ponderados valorando este paso, que ahora se hace concreto y real en su propia trayectoria. Habrá quien lo aplauda como la opción valiente y generosa de quien quiere poner en otras manos más fuertes la máxima responsabilidad en la Iglesia. Y quizás haya quien lo discuta, en nombre de la tradición o alegando que la perpetuidad no debería estar sujeta a las circunstancias de salud.

   
SS Benedicto XVI
Es momento para la gratitud, y para acoger la renuncia de un hombre de talla humana, espiritual e intelectual formidable. Gratitud por un pontificado valiente, en el que ha demostrado coraje para afrontar más de una tempestad, y para enderezar el rumbo de la Iglesia en algunas cuestiones que eran insostenibles. Gratitud por su entrega, que le llevó, con 78 años de edad, a aceptar un cargo exigente, y a consagrar este tiempo a llevar el timón de la Iglesia. Gratitud por su coherencia, que le ha permitido romper algunos moldes, mostrando una apertura que uno a veces añora en otros ámbitos; a la hora de dialogar con los no creyentes; a la hora de distinguir entre teología y magisterio (siendo el primero en pedir que se separase, en su propia aportación, lo que es reflexión de un teólogo, dispuesto a ser criticado, y magisterio de un papa); a la hora de responder, con naturalidad, a cuestiones que parecían de sentido común (el libro entrevista con Peter Seewald, Luz del mundo, fue de una frescura y libertad notables); a la hora de marcar su propio estilo, en viajes, discursos o grandes eventos como las Jornadas Mundiales de la Juventud en que participó; y en esta hora, al decidir, con sencillez y libertad, dar un paso atrás y reconocer que, tal vez, lo vitalicio hoy en día no haya de interpretarse desde la perpetuidad, sino desde la vitalidad. Gratitud, también, de una manera muy personal, por su comprensión y apoyo a la vida religiosa, con la que siempre ha tenido una palabra cálida y pastoral. Sus encíclicas Deus caritas est, Spe Salvi y Caritas in Veritate son un buen testamento magisterial para un pontífice que no ha dudado en hablar con hondura sobre cuestiones individuales y colectivas, personales, sociales y económicas, que preocupan a mujeres y hombres de nuestros tiempos.>>

7 feb 2013

TIEMPO DE CUARESMA

“…ACUÉRDATE, HOMBRE Y MUJER, QUE ERES POLVO 
Y EN POLVO TE HAS DE CONVERTIR…”

El día 13 de febrero del 2013 es miércoles de ceniza. Ese día comenzará el tiempo de Cuaresma, que  es el paso que ha de dar el cristiano, la familia y la comunidad hacia una tierra nueva, hacia un mundo mejor. Para esto ha de proponerse una meta concreta diaria de bondad, amor, de desprendimiento, de servicio… 
Es tiempo para cambiar de vida y de mentalidad. Es un intento de morir al egoísmo para resucitar al amor de los hermanos. Pasar de la muerte (esclavitud del pecado y violencia) a la Vida (libertad, bondad, gracia y paz).
No es la Cuaresma un tiempo de crispación o angustia, ni un tiempo para poner a prueba nuestra fuerza de voluntad; no es tiempo de severidad, sino de gracia: 40 días para seguir creciendo, 40 nuevas oportunidades que Dios nos ofrece para amar, para ser tremendamente felices; 40 días en que la comunidad cristiana experimenta cómo el árbol hay que podarlo para que dé más y mejores frutos…

Convertirse a Dios (Pinchar enlace)

“¡OH, TÚ QUE DUERMES, DESPIÉRTATE, QUE CRISTO TE VA A ILUMINAR!”  
(San Agustín)